“No son abuelitos buenos, son genocidas”
Edgardo Rubén Gabbin declaró como testigo en la novena audiencia por el juicio que se le sigue a los represores de la Base Naval de Mar del Plata. Fue secuestrado en enero de 1977, cuando tenía 23 años, y trasladado a ese centro clandestino de detención donde recibió todo tipo de vejaciones y torturas.
“Me pegaron hasta debajo de las muelas y me decían ‘zurdo, comunista de mierda, los vamos a matar a todos’”, contó Gabbin al tiempo que recordó que en otra oportunidad le hicieron el submarino y hasta le rompieron la ceja.
También narró que le sacaron la ropa y lo dejaron desnudo unos 7 u 8 días con “con un colchón y una manta marrón”. En ese momento sintió que le “quitaron la dignidad”. Confesó que “lo que más extrañaba eran mis zapatillas, cuando me las puse de nuevo es como si me devolvieran la vida”.
Finalmente el 17 de febrero del ’78 fue liberado desde Bahía Blanca, el último lugar en el que estuvo secuestrado luego de haber pasado por centros clandestinos de detención en Buenos Aires, volver a Mar del Plata y ser nuevamente detenido, recibiendo distintos tipos de vejaciones en cada uno de estos lugares.
En su testimonio, Gabbin dio cuenta de la presencia de otros secuestrados en la Base Naval, algunos que hasta hoy siguen desaparecidos, y contó sobre su militancia junto al abogado laboralista Jorge Candeloro quien fuera asesinado en la denominada “Noche de las Corbatas”.
Por último pidió: “quiero que la justicia condene a esta gente”, y sentenció: “no son abuelitos buenos, son genocidas que mataron, que robaron bebés”.
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